¿QUÉ
DESEAS PARA TUS HIJOS? ¿QUÉ CUALIDADES
ESPERAS QUE DESARROLLEN CUANDO SEAN ADULTOS?
(Para
un momento y piensa la respuesta antes de seguir leyendo…)
Quizás,
como yo, deseas que sean adultos felices, independientes, con criterio,
coherentes consigo mismos, auténticos, con relaciones satisfactorias y con una
vida con sentido. Quizás coincidas conmigo, o quizás no...de todas maneras, sea
cual sea tu respuesta, te invito a que te hagas la siguiente pregunta:
¿Cuál es el porcentaje de tu tiempo que
dedicas “con intención” a aquello que deseas para tus hijos y a su desarrollo ?
A menudo
creemos que ser un buen padre consiste en llevar a nuestros hijos a un buen colegio, alimentarlos, ayudarles a que saquen buenas
notas, apuntarlos a extra-escolares….y sí, eso es necesario y muy útil! Sin
embargo, como padres también tenemos otra misión (más importante si cabe):
acompañar a nuestros hijos en su crecimiento y desarrollo como personas, para
que se conviertan en adultos que sepan decidir por si mismos, que tengan
autoestima, sean fuertes, autosuficientes, emocionalmente competentes y estén a
gusto con el mundo.
La clave para conseguir esto es ENTENDER LAS NECESIDADES EMOCIONALES de
tus hijos, porque eso hace que puedas influir de una forma más positiva y más
efectiva en ellos ¿Cómo se hace esto? ¿Cómo consigo conectar emocionalmente? En
realidad es sencillo, lo que pasa es que no nos han enseñado. A veces basta con
un poco de presencia, otro poco de escucha, de empatía y de confianza sin
juicios.
Como personas humanas, la emoción forma parte de nosotros.
Ignorarla no es efectivo, y mucho menos cuando hablamos de los
niños. Cierto es que no nos han enseñado, pero podemos aprender! Y
esta es nuestra verdadero “para qué” de AEIOU, nuestra pasión y nuestro
compromiso con las familias: que los papás aprendan habilidades emocionales
para conectar con sus hijos y poder ayudarles (de forma más consciente y
eficaz) a desarrollarse como personas. Que sepan dar la vuelta a los conflictos
diarios para generar un aprendizaje para sus hijos.
Y voy a dar una vuelta de tuerca más a este concepto. El Dr. Daniel J.
Siegel, profesor de Pisquiatria de UCLA, afirma en su libro “El cerebro del
niño” (el cual recomendamos) que “conforme los niños se desarrollan, sus
cerebros reflejan el cerebro de sus padres. El propio crecimiento y desarrollo
de los padres, o su ausencia, inciden en el cerebro del niño. A medida que los
padres adquieren mayor conciencia y son cada vez más sanos emocionalmente, sus
hijos cosechan los frutos y también avanzan en su desarrollo”.
¿Qué quiere decir esto? Pues que como padres somos las personas que
MÁS influimos en la vida de nuestros hijos y en su
desarrollo. Esto significa que integrar y cultivar tu propio
desarrollo emocional y mental es una de los regalos más generosos e impactantes
que puedes ofrecer a tus hijos.
En definitiva, si quieres ver resultados en tu hijo, primero invierte en
TI y en tu propio desarrollo como persona. Porque - siempre lo decimos-
educamos desde quienes somos (desde nuestras emociones, nuestros miedos,
nuestras creencias, nuestras fortalezas, nuestra manera de mirarle y de
relacionarnos con él). Es decir, si yo estoy cansado, desbordado, enfadado,
educo desde ahí. Y eso tiene un impacto (grande) en nuestros hijos.
¿ CUÁL ES
EL PORCENTAJE DE TU TIEMPO QUE DEDICAS A TU PROPIO DESARROLLO CÓMO PADRE?
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